jueves, 2 de julio de 2009

La Invasión Napoleónica a España

La monarquía Española de Carlos VI había firmado la alianza con Francia en 1796. Napoleón consideraba que España era una pieza fundamental para el dominio del mediterráneo.

La destrucción de la flota Española y Francesa, hizo perder el interés de Napoleón en mantener Una relación equilibrada con España, pues sin barcos no podía hacer frente al poderío naval ingles. Napoleón pensó en la debilidad por la que estaba pasando España con las diputas de Carlos VI y su hijo, el futuro Fernando VII. Pero Napoleón confundía la debilidad de la monarquía con la actitud del pueblo Español que no estaba dispuesto a aceptar la presencia Francesa en su suelo.

La necesaria utilización de las rutas españolas por parte del ejército napoleónico era una buena ocasión para convertir la intervención en ocupación. Precisamente cuando acababa de producirse del destronamiento de Carlos IV en Aranjuez y el nuevo monarca se disponía a entrar en Madrid, las tropas de general Murat, que había sido puesto al mando de las operaciones en España, dejando cada vez más sus intenciones de ocupar el territorio español.

Napoleón aprovecho la conjunción creada por el motín de Aranjuez y llamó a Bayona a los dos reyes con el pretexto de mediar en la resolución de conflicto que se había producido entre el padre y el hijo. En Bayona, Napoleón actuó con gran habilidad y consiguió que Fernando VII renunciase a la corona a favor de su padre sin saber que este había ya cedido sus derechos al propio emperador. De esta forma, Napoleón quedaba dueño de los destinos de España y era libre para establecer un sistema que le permitiese mantener el control sobre aquel país.

Lo que provoco un fuerte vacío en las colonias americanas, se produjeron movimientos destinados a consolidar a determinadas autoridades o desplazar a aquellas hacia las que el descontento era mayor. Posteriormente estos hechos fueron analizados en términos de enfrentamientos sobre criollos y peninsulares, aunque las divisiones entre los distintos grupos, generalmente en el interior de las elites, solían responder a cuestiones estrictamente locales, sin que hubiera un hilo conductor presente en la mayoría de las colonias.


Con ese objeto obligó a su hermano José, rey de Nápoles, a que aceptara la corona española, a lo que este se resistió en un principio. Y para darle la mayor apariencia de legalidad a este cambio de dinastía en España, convoco para el 15 de Junio en Bayona a una serie de notables para que, para que a modo de unas Cortes, refrendasen su decisión.

La constitución de Bayona establecía un nuevo sistema político en España, a cuya cabeza figuraba el que a partir de entonces seria llamado José I. Pero Napoleón no había contado con el pueblo español. El 2 de Mayo en Madrid, el pueblo, que se sintió traicionado por los presuntos aliados al darse cuenta de que sus intenciones eran las de ocupar por la fuerza la capital y toda la península se levanto en armas contra las tropas francesas. Fue el comienzo de una larga guerra de resistencia que proporcionaría a Napoleón las suficientes preocupaciones como para dedicar una buena parte a su atención y de sus fuerzas a la campaña de España.

EL 4 de Enero decidió volver a Francia y dejo a Soult que terminase la campaña. A comienzo de 1809 la situación de España era la siguiente: La mayor parte de la mitad norte se hallaba bajo el control de las armas francesas y el ejército regular español había sido prácticamente destruido. Parecía que los principales obstáculos para la ocupación de territorio español había desaparecido y que el avance hacia el sur no tendría ya dificultades, con lo que la monarquía de José Bonaparte podría ya asentarse definitivamente. Pero fue justamente entonces cuando hizo su aparición la “guerrilla”, la forma de los españoles en enfrentar a los guerreros napoleónicos contra el que no tenían ninguna posibilidad.

Al ejército español empezaron a unirse campesino, contrabandistas e incluso ladrones. El requisito indispensable era: la existencia de un cabecilla, alguno de ellos, Juan Martín El Empecinado, Espoz y Mina, el Cura Merino, y tantos otros dirigentes de la guerrilla se convirtieron en auténticos héroes de la guerra de la independencia en España. Estas tropas acababan rápidamente con el ejército Francés, Napoleón tenía otra preocupación la presencia de tropas inglesas en la península.

En 1812, Napoleón se vio obligado a sacar tropas de España para formar la Grande Armée que había de emprender la campaña de Rusia, lo cual favoreció a los españoles, así continuaron 6 años en España lo que quebrantó la fortaleza del imperio Napoleónico el cual fue derrotado.

Paula Escobar
Valentina García
http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/2583.htm http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/2465.htm

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